Image Image Image Image Image Image Image Image Image Image

‎1 Heshvan 5785 | ‎02/11/2024

Scroll to top

Top

“Vivir con nuestros muertos” con su autora Delphine Horvilleur

“Vivir con nuestros muertos” con su autora Delphine Horvilleur

SEFER: DE LIBROS Y AUTORES – Delphine Horvilleur es una de las figuras del pensamiento judío  más influyentes de la actualidad, una voz escuchada en todos los ámbitos de la sociedad francesa. Como rabina, Horvilleur ha estado presente en acontecimientos que han sacudido su país, como el atentado contra la revista  Charlie Hebbdo o el adiós a sus amigas Simone Veil y Marceline Loridan-Ivans. En su libro Vivir con nuestros muertos analiza la forma en la que los judíos enfrentamos la muerte, esa que  “va de la mano de la vida, en un viaje en el que ambas vida y muerte, bailan”

Delphine Horvilleur, -con la que hemos charlado junto a la estudiante rabínica de la Comunidad Judía Reformista de Madrid Yael Cobano-, nos cuenta diferentes episodios en su libro -un pequeño “talmud” impregnado de humor, anécdotas, referencias al Tanaj, a la Shoá…- tal y como hace con los dolientes a los que acompaña, siempre como narradora-traductora de historias que comprenden, consuelan, dan esperanza y eligen siempre la vida.

Libros del Asteroide. Este libro aborda un aspecto esencial de la experiencia humana: nuestra relación con quienes nos han dejado, con nuestros difuntos. Su autora, una de las primeras mujeres en ejercer como rabina en Francia, relata con delicadeza y sabiduría sus experiencias consolando a quienes han perdido a un ser querido. En su opinión, su cometido fundamental es transformar la muerte en una lección de vida para los que se quedan, es decir, «acompañar a mujeres y a hombres que en un momento crucial de sus vidas necesitan narraciones». El tapiz de este tratado de consuelo se teje con tres hilos: la evocación de la vida interrumpida, la interpretación de los textos sagrados y las tradiciones funerarias y la rememoración de ciertos episodios de la vida de su autora; con ellos construye un relato que entrelaza a vivos y muertos: «el papel del narrador es quedarse junto a la puerta para asegurarse de que permanece abierta. (…) Solo cuando la vida y la muerte se dan la mano puede continuar la historia.»

Horvilleur combina magistralmente lo personal con lo colectivo, la sabiduría ancestral con los interrogantes contemporáneos, en una obra que nos da las claves para afrontar la muerte con serenidad y que es, ante todo, un poderoso himno a la vida.