EL MICRÓFONO DE ALICIA PERRIS – Esta vez visitamos a un sabio y destacado ser humano. Boris Cyrulnik, psiquiatra, psicoanalista, judío y francés, escribe en su libro “Almas y estaciones”, publicado en francés en enero de este año: “las catástrofes ecológicas y sociales a menudo son una ocasión para emprender nuevos derroteros, así que, para hablar del tema, démonos cita dentro de cincuenta años”. Y sigue diciendo el superviviente de la Shoá, durante la cual fueron sacrificados sus padres: ”el impacto del medio no tiene el mismo efecto sobre un bebé que sobre un adulto, por la construcción mental de cada uno. Lo que somos hoy no es lo que seremos mañana, marcados con experiencia y a menudo heridos por la existencia. Nuestro cuerpo y nuestro espíritu modificados por la vida tendrán que adaptarse a un mundo siempre nuevo. Nuestra cultura perdió la brújula, navegamos a ciegas, sacudidos por los acontecimientos, errando allí por donde nos arrastre el viento. Es necesario que encontremos un rumbo, porque hemos comprendido que el Hombre no está por encima de la Naturaleza, no es superior a los animales, vive en la naturaleza. La dominación, que fue adaptativa en su día para sobrevivir, no trae (ahora) más que desgracias. Una estrella vespertina nos indica sin embargo la nueva ruta, hacia la unidad de la Tierra y del mundo viviente”.
Nos acompaña en esta escucha la canción “Göttingen” de la cantante Barbara, también de origen judío y francesa. En julio de 1964, Barbara llegó al Teatro de los Jóvenes de Göttingen (Gotinga), donde cantó la canción de referencia, como símbolo de la insensatez de la guerra. Muy popular en Francia, hizo una contribución significativa al entendimiento franco-alemán y en particular a la fama de esa ciudad universitaria en Francia. En 2003 el canciller alemán Gerhard Schröder la citó en su discurso al 40º aniversario del Tratado del Elíseo en una reunión conjunta del Bundestag alemán y la Asamblea Nacional francesa en el Palacio de Versalles. Cyrulnik conoció y estuvo muy enamorado de Barbara, aunque, lógicamente, no fue su terapeuta. Por su contribución al entendimiento entre ambos países a raíz de esa canción, Barbara recibió en 1988 la Orden del Mérito de la República Federal de Alemania, la medalla de la ciudad y una calle lleva su nombre. Que les resulte, al menos, un lenitivo. Hasta la próxima, Shalom!
Alicia Perris
BARBARA GÖTTINGEN (1964)
Bien sûr, ce n’est pas la Seine,
Ce n’est pas le bois de Vincennes,
Mais c’est bien joli tout de même,
A Göttingen, à Göttingen,
Pas de quai et pas de rengaines,
Qui se lamentent et qui se trainent,
Mais l’amour y fleurit quand même,
A Göttingen, à Göttingen,
Ils savent mieux que nous, je pense,
L’histoire de nos rois de France,
Hermann, Peter, Helga et Hans,
A Göttingen,
Et que personne ne s’offense,
Mais les contes de notre enfance,
“Il était une fois” commencent,
A Göttingen,
Bien sûr, nous avons la Seine,
Et puis notre bois de Vincennes,
Mais, Dieu, que les roses sont belles,
A Göttingen, à Göttingen,
Nous, nous avons nos matins blêmes,
Et l’âme grise de Verlaine,
Eux, c’est la mélancolie même,
A Göttingen, à Göttingen,
Quand ils ne savent rien nous dire,
Ils restent là à, nous sourire,
Mais nous les comprenons quand même,
Les enfants blonds de Göttingen,
Et tant pis pour ceux qui s’étonnent,
Et que les autres me pardonnent,
Mais les enfants se sont les mêmes,
A Paris ou à Göttingen,
Ô faites que jamais ne revienne,
Le temps du sang et de la haine,
Car il y a des gens que j’aime,
A Göttingen, à Göttingen,
Et lorsque sonnerait l’alarme,
S’il fallait reprendre les armes,
Mon coeur verserait une larme,
Pour Göttingen, Pour Göttingen …