FILMOTECA, CON DANIELA ROSENFELD – Documental de 98 minutos con Carl Achleitner, Irene Kugler, Peter Kaghanovitch, Hana Militka, Renata Stachovitcz, Ulrich Matthes
Documental sobre el autor de algunos de los libros más importantes del siglo XX y del que este año se cumple el 90 aniversario de su muerte. Franz Kafka nació el 3 de julio de 1883 en el seno de una familia acomodada perteneciente a la minoría judía de lengua alemana. Tuvo tres hermanas menores Elli, Valli y Otla y habían muerto otros dos hermanos mayores en sus primeros años de vida. Hijo de un comerciante que agobió su existencia, en “Carta al padre”, escrita en 1919, expresa sus sentimientos de inferioridad y de rechazo paterno. Vivió con su familia la mayor parte de su vida y no llegó a casarse, aunque estuvo prometido en dos ocasiones. Aparte del alemán, dominaba el checo, francés, latín, griego y el hebreo. Fue autor de tres novelas, “El proceso” (Der Prozeß), “El castillo” (Das Schloß) y “El desaparecido” (Amerika or Der Verschollene), la novela corta “La metamorfosis” (Die Verwandlung) y un gran número de relatos cortos. También dejó una abundante correspondencia y escritos autobiográficos. Su peculiar estilo literario ha sido asociado con el existencialismo, el socialismo y el marxismo, y la influencia del judaísmo ha sido estudiada e interpretada desde diversos puntos de vista.
Cursó estudios de Derecho en la Universidad de Praga y trabajó durante 9 años en una compañía gubernamental de seguros contra accidentes de trabajo hasta que la tuberculosis le obligó a dejarlo. Intentó reponerse junto al lago de Parda y después en Meramo, hasta que en 1920 tuvo que internarse en el sanatorio de Kierling, cerca de Viena, donde falleció el 3 de junio de 1924.
Su obra, que nos ha llegado en contra de su voluntad expresa (pues ordenó a su íntimo amigo y consejero literario Max Brod que, a su muerte, quemara todos sus manuscritos), constituye una de las cumbres de la literatura alemana y se cuenta entre las más influyentes e innovadoras del siglo XX.
La película de Richard Dindo está dedicada al hombre y al autor. El documental es un mosaico de imágenes, de los silencios que se manifiestan en el mundo poético de los libros de Kafka. Algunas de las personas que le conocieron mejor (representadas por actores) surgen del pasado judío de Praga; sus amigos, sus amantes y el escritor suizo Max Pulver. El propio Kafka está interpretado por una voz en off que lee pasajes del diario y cartas del autor. Una película sobre un judío, un hombre rodeado de un aura de mito, que veía su vida como “la duda antes del nacimiento”. “Me siento tan cerca de él como de un medio hermano que vive lejos. Mi adolescencia y muchos años de mi vida posterior estuvieron ensombrecidos por el doloroso reconocimiento de no haber podido conocerle personalmente”, escribe Dindo sobre Kafka. Esta proximidad emocional arroja su sombra sobre el documental.
Richard Dindo desea crear en el espectador la sensación de estar escuchando a quienes conocieron a Kafka: Max Brod (amigo, biógrafo y editor), Gustav Janouch (poeta, musicólogo y amigo), Milena Jesenská, (escritora, periodista, traductora y amante que murió en el campo de concentración de Ravensbrück), Felice Bauer (novia), Dora Diamant (su último amor), Max Pulver (grafólogo, poeta y dramaturgo); todos ellos cuentan en primera persona detalles sobre la vida que compartieron con el escritor checo.
Los parlamentos de los personajes del documental se construyen a partir de fragmentos de: “Cartas a Milena”, “Cartas a Felice” y “Carta al padre” de Kafka; la biografía realizada por Max Brod; “Conversaciones con Kafka” de Gustav Janouch; y los testimonios reunidos por Hans-Gerd Koch.
El documental aborda, entre otros temas, la presencia opresiva que la figura paterna representó en la vida y obra del escritor, el trabajo que realizó en el Instituto de Seguros contra Accidentes de Trabajo de Praga (experiencia que le serviría para prefigurar el ambiente burocrático creado en sus novelas), su relación con Milena, Felice y Dora, y el sufrimiento que le provocó su enfermedad (tuberculosis) en sus últimos años de vida.
El espacio y la palabra constituyen el binomio sobre el que se basa el cine de Dindo. Su acercamiento a los biografiados se realiza a través de dos coordenadas: los lugares por los que transitó los últimos días y las palabras que escribió; a su vez, estas se complementan con las expresadas por los testigos directos. Fotografías y retratos sirven de recuerdo gráfico identificativo, de leitmotiv visual recurrente. Cuando se ocupa de escritores, además de reproducir su obra literaria utiliza también sus diarios y cartas, no sólo las escritas por el personaje retratado, sino también las de familiares y amigos. Son los intermediarios sobre los que recae la tarea de reconstruir su presencia.
El cineasta suizo Richard Dindo es uno de los biógrafos más interesantes del cine documental contemporáneo. A medio camino entre el cine político y el poético, Dindo centra su interés cinematográfico en la figura del intelectual, de aquel que desempeña un rol y que tiene un compromiso con la sociedad en la que vive. Muy apegado a los presupuestos teóricos de mayo del 68, este director se ha decantado siempre por un cine que detiene su mirada sobre los vencidos, los oprimidos, los humillados; pero que no sólo les brinda un retrato, sino que se identifica con sus derrotas que son, en definitiva, las de todos. A partir de una construcción narrativa que concibe al sujeto filmado como un “objeto de la memoria”. Utiliza el pasado como punto indispensable de referencia, se considera a si mismo como un “trabajador de la memoria”, utilizando como herramientas una mirada atenta y un espíritu crítico. Busca crear un equilibrio indispensable entre texto y palabra, en una simbiosis estética que le ha llevado a intentar fundar un arte de la biografía. Nacido en Suiza en 1944, hijo de inmigrantes italianos, dirigió su primer documental en 1970.