POLIN: JUDÍOS POLACOS, CON ELZBIETA BORTKIEWICZ – Wiera Gran (Weronika Grynberg) fue una gran dama de la canción con una vida tan apasionante como dramática. De negro, con el pelo siempre recogido en un moño alto, actuó al lado de las grandes estrellas de Varsovia. Era famosa, ganaba mucho dinero, su gran piso estaba en la mejor zona de Varsovia…todo acabó con la invasión nazi.
Wiera entró por voluntad propia al gueto para ayudar a su madre y sus hermanas. A pesar de la no vida multitudes escucharon sus canciones de evasión, que hablaban de un mundo bello y normal. Władysław Szpilman muchas veces la acompañó al piano, componiendo para ella Su primer vals, la canción más famosa de Van en el gueto.
La artista no sólo ayudó a su familia, también lo hizo directamente con un grupo de niños huérfanos. Al cerrar los alemanes los locales culturales y cafés en 1942, Gran “entendió que sólo podría ayudar a los suyos saliendo del gueto”. El doctor judío – su aspecto ario le salvaba- Kazimierz Jezierski la ayudó a salir y huir de Varsovia. Seguramente se casaron, comenta Elzbieta Bortkiewicz, y Wiera tuvo de este matrimonio un hijo que murió de hambre, algo que marcó la vida de nuestra protagonista. Su madre y sus hermanas fueron víctimas de la Shoá.
“Oí que colaborabas con la Gestapo”
Después de la guerra otro drama la asaltó: la acusaban de ser colaboradora de la Gestapo (entre otros Szpilman y su principal acusador su ex compañero Jonás Turkow). Marek Edelman la defendió pero tuvo que dejar Polonia por esas acusaciones. “La puta de la Gestapo” la llamaban en Israel a dónde había huido buscando paz. No lo consiguió. París fue su último destino. En 1980 publicó La carrera de los calumniadores, el libro con el que intentó defenderse y demostrar su inocencia. Ya 10 años antes, nos sigue contando Elzbieta Bortkewicz, había dejado los escenarios obsesionada por conseguir que la calumnia dejara de perseguirla. Wiera Gran…¿fue culpable o no lo fue?