UN BACARI SUELTO EN LAS ONDAS – En lugar de hablarnos (como la semana pasada, sobre Rosh Hashaná) cómo celebran otros la fecha más solemne del calendario hebreo, Sergio Bacari nos abre su corazón para explicarnos cómo siente y festeja él mismo, como ateo que sólo este día visita la sinagoga y sigue los preceptos, incluido el del ayuno total: de alimento, bebida y casi casi de palabras. En el país que desde sus inicios ha tratado de conjugar la religión con la ideología sionista, esta fecha es la única que no ha sido adaptada o reconvertida a ninguna visión alternativa a la espiritualidad. Ni siquiera el recuerdo del drama existencial que supuso la Guerra que con ese nombre sorprendió a la nación en 1973 logra distraer a la mayoría de los judíos del país de un estado anímico excepcional.